Mirarte fijamente y aguantarme las ganas de besarte... puedo hacerlo
¿Un abrazo?, ¿un saludo cordial?... puedo concebirlo.
Y quizás no haga cosas tan puntillosas, ni tan perfectas
Pero puedo hacer muchas de ellas.
Charlarte hasta que te duermas... me gustaría hacerlo
Sentir tu aliento y reírme con tu sonrisa como si fuera un idiota...
Inventar una charla estúpida por teléfono solo para hablarte de nuevo, soñar con encontrarte de nuevo.
Mirar tu foto y perderme en tu mirada. Sentir como se eriza cada centímetro de mi cuerpo. Esperar para verte de nuevo. Esperarte de nuevo.
Y ser cursi, y francamente frío, tan ampliamente amplio, y severamente conservador. Tan cálido y tan tímido, claro, eternamente contradictorio.
Rápidamente rompes mis esquemas y te burlas de mis estereotipos de hombre ideal.
No eres como soñaba, ni como quería, o como deseaba. Pero de pronto sos todo lo que quiero.
Me relajo y me convenzo. Me avergüenzo, como un zanguango que se zafa de su zona segura, y zarpa a otros rumbos, y te veo lejos, arriba de zancos, y zurcís la zanja que yace en mis hombros.
Tan convincente que te creo. Y quizás nos vimos una vez, o dos, pero sin embargo suelo divagar entre pensamientos, a la noche, o a cualquier hora del día.
Y la comisura se mordisquea sola.
Y quizás nos vimos una vez, o dos, pero me gustaría verte unas cuantas veces más, para mostrarte cuantas cosas puedo hacer... Y quizás no haga cosas tan puntillosas, ni tan perfectas, pero puedo...

No hay comentarios.:
Publicar un comentario