viernes, 26 de junio de 2015

Odio ese sentimiento

Puse la mano en su pecho, justo encima de su corazón.
Le latía con fuerza. Dejé escapar una sonrisa

“¿Qué?”, preguntó.

“¿Te acordás cuando solía descansar mi cabeza en tu pecho y escuchar tu corazón?”

Sonrió. “Sí, me acuerdo. Era lo que más te gustaba hacer.

Y así lo hice otra vez. Moví la campera y acomodé la cabeza en su pecho. Su corazón latía más rápido. Me sonrió y movió hacia mí su cabeza… “¿Es que me estás oliendo…?” Me sonrió de nuevo.

Sí. Extraño tu olor."

Él se rió y me preguntó a qué huele.

Mágico”, le dije.

Me alejé de él para que ver su rostro.

“¿Tengo un olor?” Le pregunté.

”.

“¿A qué huele?”

Como al hogar

Suspiro profundo y se echó a reír y dijo sonriendo

- “¡Justo aquí!” Se inclinó a mi cuello, y luego empezó a besarme... Me besó en el cuello, cada beso cada vez más y más cerca de mi cara. Estaba a punto de llegar a mis labios cuando me di la vuelta,

- “No, no voy a ser esa persona de nuevo. Odio ese sentimiento.”

miércoles, 3 de junio de 2015

No dejes entrar a nadie a tu corazón. No digas te amo

Es extraño porque hace como una semana que vengo pensando en lo mismo: hecho de menos algunas cosas y porque no decirlo también a algunas personas. Cosas que cambiaron, personas que ahora ni siquiera reconozco. Es doloroso, raro y hasta patético.

Nada es seguro en esta vida. Solo que un día se va a terminar.

Amo todo lo que tengo, aunque sea muy poquito. Amo a todos los que tengo, aunque a veces no sé si ellos sienten lo mismo. No los culpo. No lo pido. Pero lo desearía...

El mundo entero se pone de acuerdo en demostrarme que soy yo el equivocado. Ya me culpé demasiadas veces de todo. Pero tal vez esta vez tienen razón.

No sé compartir nada. Soy muy inseguro. Me fallaron muchas veces. Me dijeron que no me iban a dejar y me dejaron. Me prometieron muchas cosas y no cumplieron. Dijeron te amo, y hoy solo los veo caminar de espaldas, bastante lejos.

Aún así la culpa sigue siendo mía y solo mía, porque cada vez que todo eso vuelve a pasar soy yo el que vuelve a creer cada maldita palabra. Y me siento aún peor porque reacciono peor cada vez. Me voy más adentro, levanto más alto los muros, endurezco más el corazón. Y eso me duele a mi más que a cualquiera.

Se me culpa por sentir demasiado, por ser muy intenso, por amar con pasión, por odiar sin censura. Por tornar absolutamente todo un absolutismo. Para algunas cosas soy así: Absoluto... blanco y negro, bien o mal, no hay medias tintas. Los grises los inventas vos. Y eso hace que estés conmigo o estemos separados. Que esté con vos o estemos solos. Que esté con vos o que esté muerto. No estoy “mas o menos”, no existe ni el mas ni el menos. No los entiendo. Me cuesta y me molesta también no entenderlo.

Trato de transformar en amor tu veneno, y envenenarte con mi puto amor. Tal como una sobredosis.

Yo no te invité a morir, te lo advertí desde el primer día. Hoy te lo repito. La decisión sigue estando en tus manos.

Tomá hoy una dimensión de lo que soy para vos, y sobre todo de lo que vos sos para mi. Si va a pasar de nuevo sólo quiero estar preparado...