sábado, 20 de marzo de 2021

Rutina

Cada día cuando me despierto pienso en vos. Habrás dormido bien o te habrá dado frío. Comiste. Sonreíste hoy. Sos realmente feliz.
Nunca necesitaste alguien que te cuide. Seguramente tampoco te supe cuidar.
Mí casa tiene solo dos ambientes, pero es gigante desde que no estás.
Miro por la ventana y te imagino en algún lugar. Me pregunto si también tenés una ventana, y si mirás la lluvia, y si pensás en mí.
Yo perdí peso y la gata empezó a perder pelo. ¿Vos qué perdiste?
En esta partida nadie ganó, ni siquiera una victoria pírrica. Hoy pienso que hubiera pasado si me reservaba el as de espadas.
No tengo un número al que llamar, tus voz se me pierde entre un mar de palabras, entre un montón de cosas que no dijimos y entre otro tanto que hubiéramos deseado no decir.
Yo hasta hoy no lo puedo entender. Tengo un montón de por qués, pero sigo sin poder hilar una razón.
Yo creí que era para siempre. Y siempre a veces son solo instantes.
Mí número sigue siendo el mismo y estoy en la misma dirección. Conoces todos mis arrobas, y ojalá que un día me quieras encontrar.
Yo espero, porque tiempo es todo lo que me queda. Cada segundo es también un tormento.

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