Esta es mi mano derecha.
Es la que uso para rascarme.
La que me masturba.
La que agarra la birome (algunas veces uso biromes).
La que aprieta los botones del ascensor.
La del celu, la del mouse.
La que sostiene la birra.
La que marca el compás de la música que intento bailar.
Es la que es igual a la tuya, que es igual a la mía.
La que busca la tuya para llevarla a pasear por Buenos Aires, llueva o salga el sol.
La que muere de ansias por recorrer tu cuerpo.
La que te quiere apretar fuerte, y ya no te quiere volver a soltar.
La que te saluda desde el colectivo y la que transpira mientras te espero.
La que seca las lagrimas que brotan de felicidad desde el día que te conocí.