Intentando ser especial, tan jodidamente especial...
Anestesiado. Dormido. Embobado. Ausente.
Ni bien, ni mal. Ni frío, ni caliente. Cero grados; de inclinación, de separación, de distinción, de dureza y acidez. Y me gusta, o sea: no me quejo. Una cómoda tesitura.
Un poco arriba, un poco abajo y el viento sigue soplando
Relajate y gozá
No quiero hacerte llorar. No voy a llorar.
Es hora y no volveré mañana.
¿Crees que podes amarme y dejarme morir?
Dejarme estar, con los segundos corriendo a prisa dentro del reloj de arena.
Me vale con que me des poco a que me des nada.
Vengo y voy
Y no hay escape a la realidad
Ya voy a abrir los ojos... dejame ser...
Nada importa, cualquiera lo puede ver.
Nada importa en realidad para mí. Allá a donde quiera que sople el viento.
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