(00:30) Él ¬¬: yo también tengo veneno
(00:30) Él ¬¬: pero me lo succiono y creo un antídoto que es el amor
(00:31) Un tal Lukas!: es muy filosófico lo tuyo sabes
(00:31) Un tal Lukas!: y esta muy bien supongo
(00:31) Él ¬¬: por eso me cuesta enojarme con alguien
(00:31) Él ¬¬: xq me duele más a mi
(00:31) Un tal Lukas!: pero tu amor es “correcto”
(00:31) Un tal Lukas!: NORMAL
(00:31) Un tal Lukas!: mi amor es beligerante
(00:31) Un tal Lukas!: es insano
(00:31) Un tal Lukas!: es enfermo
(00:31) Él ¬¬: yo a vos te re kiero pendejo
(00:32) Él ¬¬: y me da bronca que te hagas odiar
(00:32) Él ¬¬: xq veo q mucha gente te está en contra
(00:32) Él ¬¬: xq vos te la cargas
(00:32) Un tal Lukas!: lee bien esto:
(00:33) Un tal Lukas!: YO A VOS TE AMO. No hay día q no me acuerde de vos. Y no tengo a nadie (xq nunca tuve) como vos
(00:52) Él ¬¬: ya vas a ver
(00:52) Él ¬¬: como van sanando poco a poco tus
(00:52) Él ¬¬: heridas
(00:52) Él ¬¬: ya vas a ver ;D
(00:52) Un tal Lukas!: Vos cambias el veneno por amor
(00:52) Un tal Lukas!: yo hago lo contrario
(00:53) Un tal Lukas!: cambio todo mi amor por veneno, esa es la única explicación lógica. Te imaginas toda la pus q llegué a guardar, toda la bronca pude juntar??
(00:54) Un tal Lukas!: te imaginas como trate de sacarte de mi corazón cada puto día y no te digo esto para hacerte sentir mal
(00:55) Un tal Lukas!: xq vos estas bien y quiero q siga siendo así
(01:00) Un tal Lukas!: soy una reja electrificada, no sé controlar mi voltage. Si me atacas respondo.
(01:00) Un tal Lukas!: q sentís por mi?
(01:16) Él ¬¬: no sé
(01:16) Él ¬¬: es como
(01:16) Él ¬¬: viste la coca con limón??
(01:17) Él ¬¬: bueno, como eso
(01:17) Un tal Lukas!: como es eso?
(01:17) Él ¬¬: algo que NO conoces
(01:17) Él ¬¬: o sea, te suena
(01:17) Él ¬¬: como si siempre la tomaras
(01:17) Él ¬¬: algo familiar, pero totalmente distinto
(01:18) Un tal Lukas!: Volverías a ser mi amigo?
(01:18) Él ¬¬: es difícil (01:18) Él ¬¬: no creo
(01:18) Él ¬¬: xq soy!
(01:18) Un tal Lukas!: no encontré ningún abrazo como el tuyo
¨'*•~-.¸-(_ (Un tal Lukas!) _)-,.-~*'¨ Cerró sesión
lunes, 24 de diciembre de 2018
viernes, 30 de noviembre de 2018
No me siento culpable en absoluto
Nunca olvidaré esa primera fecha.
Fuiste el caballero de brillante armadura.
Compartimos un secreto juntos. Un verano que nunca voy a olvidar...
Me enamoré de vos, a pesar de que desde el primer día que estuvimos juntos supe que me ibas a dejar.
Eras exactamente lo que quería, y fuiste todo lo que necesitaba. Fuí feliz, como nunca antes. Me amabas por ser quien soy, eras especial y decías cosas casi mágicas.
Me dejaste en febrero, pero te quedaste hasta julio. Se trasladó tu alma y me deshice por completo. Jamás sabré porque pasó, y porque si estábamos bien, cambiamos todo por algo en lo que ya no encuentro sentido creer.
Lloré más que nunca. Caminé más que nunca. Estaba prácticamente en estado catatónico. Y entonces, de repente, empecé a recuperarme de vos.
Y me escapé de mí, y de todos los demás, y cambié porque necesitaba cambiar. Y seguí a mi corazón, aunque nadie entendiera sus latidos.
El tiempo pasó, y ahora ya no sé nada sobre nosotros.
Y ahora, para los demás, parece que hago todo mal. Vos seguiste adelante, de la manera “correcta” y para el resto del mundo parece que está bien. Vos seguiste. Yo no.
Es que lo más difícil era seguir juntos, sin estar juntos. No tomar tu mano o abrazarte cuando necesito. No pasar todo mi tiempo con vos...
Es mejor sonreír, recordarte así. Es la forma de irme más feliz…
Por todo lo que compartimos, los momentos que vivimos, nada nos va a separar.
Porque se abrieron los caminos desde el día en que elegimos ir a ver que hay más allá.
“No fue un adiós, crecer los dos. Dar un paso más. Nada en el mundo pudo cambiarlo, seguimos siempre juntos.
Y por eso no te digo adiós, sino hasta siempre.
No tenés idea de cuanto extraño aquellos primeros 3 años. Y sé que puede sonar inmaduro, pero ¡MIERDA! yo te vi primero, yo te amé primero y yo no me siento culpable en absoluto.
Me enamoré de vos, a pesar de que desde el primer día que estuvimos juntos supe que me ibas a dejar.
Eras exactamente lo que quería, y fuiste todo lo que necesitaba. Fuí feliz, como nunca antes. Me amabas por ser quien soy, eras especial y decías cosas casi mágicas.
Me dejaste en febrero, pero te quedaste hasta julio. Se trasladó tu alma y me deshice por completo. Jamás sabré porque pasó, y porque si estábamos bien, cambiamos todo por algo en lo que ya no encuentro sentido creer.
Lloré más que nunca. Caminé más que nunca. Estaba prácticamente en estado catatónico. Y entonces, de repente, empecé a recuperarme de vos.
Y me escapé de mí, y de todos los demás, y cambié porque necesitaba cambiar. Y seguí a mi corazón, aunque nadie entendiera sus latidos.
El tiempo pasó, y ahora ya no sé nada sobre nosotros.
Y ahora, para los demás, parece que hago todo mal. Vos seguiste adelante, de la manera “correcta” y para el resto del mundo parece que está bien. Vos seguiste. Yo no.
Es que lo más difícil era seguir juntos, sin estar juntos. No tomar tu mano o abrazarte cuando necesito. No pasar todo mi tiempo con vos...
Es mejor sonreír, recordarte así. Es la forma de irme más feliz…
Por todo lo que compartimos, los momentos que vivimos, nada nos va a separar.
Porque se abrieron los caminos desde el día en que elegimos ir a ver que hay más allá.
“No fue un adiós, crecer los dos. Dar un paso más. Nada en el mundo pudo cambiarlo, seguimos siempre juntos.
Y por eso no te digo adiós, sino hasta siempre.
No tenés idea de cuanto extraño aquellos primeros 3 años. Y sé que puede sonar inmaduro, pero ¡MIERDA! yo te vi primero, yo te amé primero y yo no me siento culpable en absoluto.
domingo, 7 de octubre de 2018
Mi Luna, tu mar
Mi piel tiene recuerdos de todas las veces que nos amamos a través de las vidas que nos ataron. Aún saboreo la sal que se pego a mis labios, después de tantos mares que recorrí a tu lado.
Aún siento arena en mi zapato con cada paso que doy.
Imagino tu rostro antes de dormir. Sumiso, te miró desafiante.
Y bajo un impulso rabioso suelto un "te quiero" y desnudo mi corazón a tus voluntades.
Me gusta el hombre que descubrí que sos.
Me gusta el monstruo que duerme bajo tu escamas. Elegí el todo.
Y no, no quiero estar feliz. Necesito ser feliz y creer que tropecé con vos casi, casi por causalidad.
Y me da miedo... mucho miedo, perderte aún sin tenerte.
El espejo me apunta con furia. Y el mayor enemigo es mi corazón.
Voy a mentirme una vez mas, como hacia mucho no hacía.
Imagino tu rostro antes de dormir. Sumiso, te miró desafiante.
Y bajo un impulso rabioso suelto un "te quiero" y desnudo mi corazón a tus voluntades.
Me gusta el hombre que descubrí que sos.
Me gusta el monstruo que duerme bajo tu escamas. Elegí el todo.
Y no, no quiero estar feliz. Necesito ser feliz y creer que tropecé con vos casi, casi por causalidad.
Y me da miedo... mucho miedo, perderte aún sin tenerte.
El espejo me apunta con furia. Y el mayor enemigo es mi corazón.
Voy a mentirme una vez mas, como hacia mucho no hacía.
Voy a dejar que interpretes la obra magnifica de mi creación, como nadie lo ha hecho.
La esperanza es lo mas cruel que hay, porque si hoy no te tengo me quedo esperanzado que mañana llegarás y eso tal vez sea otro cuento que me inventé. Entonces hoy, ¿Qué hago con toda esta angustia?
La esperanza es lo mas cruel que hay, porque si hoy no te tengo me quedo esperanzado que mañana llegarás y eso tal vez sea otro cuento que me inventé. Entonces hoy, ¿Qué hago con toda esta angustia?
Te abrazo… Donde quiera que estés. Y yo no sé… no sé como llegar a vos. Solo sé escribirte, y pensarte, y desearte… y a la distancia tal vez amarte… y agradecer que te pueda disfrutar, y soñar un rato cuando me invitas a volar.
Hundido en la felicidad más dolorosa que mi alma pudo alguna vez imaginar te extraño.
Hundido en la felicidad más dolorosa que mi alma pudo alguna vez imaginar te extraño.
miércoles, 26 de septiembre de 2018
Fragmento sobre el sentido de las cosas
«Nada tiene sentido. Nada en absoluto tiene sentido. Todo es como atrapar el viento»
¿Qué gana el ser humano con todo el trabajo que realiza bajo el sol? La gente vive y muere, pero la tierra gira para siempre. El sol se levanta, luego se oculta y se apresura a levantarse de nuevo en el abismo sin lugar. El viento sopla hacia el sur y luego gira al norte y sigue dando siempre las mismas vueltas. Todos los ríos corren una y otra vez al mismo lugar. Van al mar y, sin embargo, el mar no se llena. Todo lo que se dice ya se dijo; no es posible decir algo nuevo. Sin embargo, el oído siempre quiere oír más y al ojo nada de lo que ve le satisface.
¿Qué sucedió antes? Lo mismo que sucederá después. ¿Qué se hizo antes? Lo mismo que se hará después. No hay nada nuevo bajo el sol.
Algunos dicen que tal cosa es nueva, pero en realidad siempre ha estado allí. Estaba allí antes de que existiéramos.
La gente de hoy en día ni se acuerda de lo que sucedió hace mucho tiempo. En el futuro, la gente no recordará lo que está sucediendo ahora. Y más tarde, la gente de otras épocas no sabrá lo que hicieron los que vivieron antes que ellos. Y sin embargo la misma historia no para de repetirse
Yo fui grande en este mundo. Decidí estudiar y usar mi sabiduría para aprender acerca de todo lo que se hace bajo el cielo. Observé todo lo que se hace bajo el sol y concluí que nada tiene sentido. Todo es como atrapar el viento. El mundo está torcido y ya no se endereza. Por más cuentas que se hagan, nunca se completa lo que falta. Me dediqué a investigar la sabiduría y el entendimiento y terminé en tonterías y estupideces. Buscar la sabiduría es como intentar atrapar el viento, porque entre más sabiduría, más frustración; y a medida que uno más entiende, más dolor se experimenta.
Entonces dije: "Voy a divertirme y a probar los placeres y todo lo que es darse la gran vida". Pero esto tampoco resultó tener sentido. Es una tontería pasarse todo el tiempo sonriendo; no hacer más que divertirse no sirve de nada.
Intenté ser bueno y hacer grandes obras, y dejar algo que durara. Pero cuando consideré todo lo que había logrado con el fruto de mis esfuerzos, me di cuenta de que nada tenía sentido, que era como agarrar el viento y que uno no gana nada con lo que hace bajo el sol.
Luego volví a considerar lo que ya sabía, las estupideces y tonterías. Y vi que la sabiduría es mejor que la estupidez, así como la luz es mejor que la oscuridad. Un sabio usa su mente así como usa los ojos para ver por dónde va. En cambio, un tonto es como el que camina en la oscuridad. Sin embargo, también me di cuenta que el tonto y el sabio terminan de la misma forma. Entonces pensé: "Si el tonto termina igual que yo ¿de qué sirve la sabiduría? ¿Qué he ganado con esforzarme tanto por ser sabio?" Me di cuenta de que eso tampoco tiene sentido.
Eso me hizo odiar la vida, me dio mucha tristeza pensar que nada de lo que pasa bajo el sol tiene mucho sentido. Es como tratar de atrapar el viento.
¿Qué gana el ser humano con todo el trabajo que realiza bajo el sol? La gente vive y muere, pero la tierra gira para siempre. El sol se levanta, luego se oculta y se apresura a levantarse de nuevo en el abismo sin lugar. El viento sopla hacia el sur y luego gira al norte y sigue dando siempre las mismas vueltas. Todos los ríos corren una y otra vez al mismo lugar. Van al mar y, sin embargo, el mar no se llena. Todo lo que se dice ya se dijo; no es posible decir algo nuevo. Sin embargo, el oído siempre quiere oír más y al ojo nada de lo que ve le satisface.
¿Qué sucedió antes? Lo mismo que sucederá después. ¿Qué se hizo antes? Lo mismo que se hará después. No hay nada nuevo bajo el sol.
Algunos dicen que tal cosa es nueva, pero en realidad siempre ha estado allí. Estaba allí antes de que existiéramos.
La gente de hoy en día ni se acuerda de lo que sucedió hace mucho tiempo. En el futuro, la gente no recordará lo que está sucediendo ahora. Y más tarde, la gente de otras épocas no sabrá lo que hicieron los que vivieron antes que ellos. Y sin embargo la misma historia no para de repetirse
Yo fui grande en este mundo. Decidí estudiar y usar mi sabiduría para aprender acerca de todo lo que se hace bajo el cielo. Observé todo lo que se hace bajo el sol y concluí que nada tiene sentido. Todo es como atrapar el viento. El mundo está torcido y ya no se endereza. Por más cuentas que se hagan, nunca se completa lo que falta. Me dediqué a investigar la sabiduría y el entendimiento y terminé en tonterías y estupideces. Buscar la sabiduría es como intentar atrapar el viento, porque entre más sabiduría, más frustración; y a medida que uno más entiende, más dolor se experimenta.
Entonces dije: "Voy a divertirme y a probar los placeres y todo lo que es darse la gran vida". Pero esto tampoco resultó tener sentido. Es una tontería pasarse todo el tiempo sonriendo; no hacer más que divertirse no sirve de nada.
Intenté ser bueno y hacer grandes obras, y dejar algo que durara. Pero cuando consideré todo lo que había logrado con el fruto de mis esfuerzos, me di cuenta de que nada tenía sentido, que era como agarrar el viento y que uno no gana nada con lo que hace bajo el sol.
Luego volví a considerar lo que ya sabía, las estupideces y tonterías. Y vi que la sabiduría es mejor que la estupidez, así como la luz es mejor que la oscuridad. Un sabio usa su mente así como usa los ojos para ver por dónde va. En cambio, un tonto es como el que camina en la oscuridad. Sin embargo, también me di cuenta que el tonto y el sabio terminan de la misma forma. Entonces pensé: "Si el tonto termina igual que yo ¿de qué sirve la sabiduría? ¿Qué he ganado con esforzarme tanto por ser sabio?" Me di cuenta de que eso tampoco tiene sentido.
Eso me hizo odiar la vida, me dio mucha tristeza pensar que nada de lo que pasa bajo el sol tiene mucho sentido. Es como tratar de atrapar el viento.
martes, 14 de agosto de 2018
No había nada malo. Pero no le quedaban bien. No estaba bien.
Dicen que cuando uno sabe, sabe. Yo no sé.
No sentía la sensación de cuento de hadas, no.
Soy un estúpido porque me quedé soñando que podría.
No es como en las películas.
Cuando yo era chico Blancanieves decía "Algún día el príncipe vendrá", así que me quedé a esperando.
Dicen que es difícil conocer a otra persona. Encontrar una media naranja. Yo me pregunto cómo hacer formas perfectas si las estrellas no se alinean.
No se puede detener el tiempo. No podés ver mis señales.
Aposté por él con el cien por ciento de cada centavo que gasté. Con cada segundo que perdí. Él será quien acabe sus oraciones.
Acabó con las mías.
No es como en los cuentos.
Pero sé que estuvo acá. Sé que su amor fue para mí.
Es una idea loca que lo hayamos hecho.
Fué perfecto para mí... ya lo verás.
Al igual que las películas, así es como será:cinemático y dramático; con el final perfecto. Como en los cuento será. Solo él puede hacer que mi mundo deje de girar.
Dicen que cuando uno sabe, sabe. Yo no sé.
No sentía la sensación de cuento de hadas, no.
Soy un estúpido porque me quedé soñando que podría.
No es como en las películas.
Cuando yo era chico Blancanieves decía "Algún día el príncipe vendrá", así que me quedé a esperando.
Dicen que es difícil conocer a otra persona. Encontrar una media naranja. Yo me pregunto cómo hacer formas perfectas si las estrellas no se alinean.
No se puede detener el tiempo. No podés ver mis señales.
Aposté por él con el cien por ciento de cada centavo que gasté. Con cada segundo que perdí. Él será quien acabe sus oraciones.
Acabó con las mías.
No es como en los cuentos.
Pero sé que estuvo acá. Sé que su amor fue para mí.
Es una idea loca que lo hayamos hecho.
Fué perfecto para mí... ya lo verás.
Al igual que las películas, así es como será:cinemático y dramático; con el final perfecto. Como en los cuento será. Solo él puede hacer que mi mundo deje de girar.
miércoles, 4 de julio de 2018
Canción para la Lluvia
— "¿Que le pasa"? pregunto la niña.
— Es un hombre triste Leonor, seguí caminando.
La niña observaba al hombre sentado en la ventana con curiosidad:— Su mujer falleció de una enfermedad terminal y el se dedico a criar las mejores flores del mundo, para verlas morir.
La niña no tenía más de 6 años y sintió pena.
Su madre la dejo en la escuela y se fué. Ella volvió a mirar la calle de la gran mansión donde había visto a aquel señor buen mozo, bien vestido y bien peinado que miraba pensativo el jardín. Recordó a su padre, ella también lo había perdido. Supo entonces que ya tenían algo en común y quiso conocerlo.
Camino las 2 cuadras que separaban el colegio del lugar y se paro en la reja enorme. De ahí observo todo, y se detuvo en el hombre.
El se percato de la presencia de la niña y la observo un largo rato. El sol le daba el la cara y era preciosa. Finalmente le hizo señas al mayordomo y al cabo de un minuto, este bajo. El sirviente era un hombre de pelo gris vestido de smoking como en las películas. Camino hasta la entrada y observo a la niña serio.
— ¿Quiere pasar ? pregunto abriendo la reja.
La niña dudo, miro hacia atrás y luego a la calle.
“Bueno” dijo, y su voz sonó tan inocente y suave que el mayordomo sonrío con una mueca extraña entre ternura y vanidad.
La tomo de la mano y ella la apretó segura. Caminaron hacia el hall bajo el sol de un hermoso día hasta la oscuridad de la gran casona, al encuentro del señor Misseri.
Era gracioso verlos de atrás, ella era diminuta y caminaba con una mochila rosada que era mas grande que ella, pensativa agarraba la mano del gran hombre que miraba hacia delante sin emitir palabra alguna
A medida que se acercaban a la puerta principal la niña empezó a sentir como todo se llenaba se sombras. Tuvo miedo, pero tarde. Ya estaba adentro. Y cuando menos lo espero un perro enorme se le vino encima para lamerle la cara. Grito fuerte haciendo eco entre los techos altos y luego, rió aun más fuerte. La casa entera se estremeció llenándose de color.
El señor Misseri, dueño de la mansión corrió al sentir el grito y luego se quedo inmóvil al sentir la risa al pie de la escalera de mármol.— Borges silencio dijo y el Gran Danes se quedo quieto observándolo.— Vaya escándalo, hace mucho no se ríe nadie aquí.
La niña se acongojo sintiendo culpa.— No, no sientas vergüenza, jamás dejes de hacerlo. Si se acaba la risa se secan las flores.— ¿Por eso se mueren? consultó la niña
El hombre la miro sorprendido y una cara triste y cansada hablo por el
— Si, y no puedo evitarlo—¿Entonces porque no se ríe a los gritos ?
Dijo ella como si la risa fuera algo obvio, algo con lo que nacemos y que nadie nos enseña a hacer.
— Oh, pero cuantas preguntas para algo tan pequeño, dijo el señor Misseri, conduciéndola a la terraza desde donde podía verse el campo de tulipanes bajo el sol. Estaba serio, y la miraba directo a los ojos.— Sabes, ya no puedo hacerlo. Mi risa se ha vuelto inválida hace mucho tiempo, tiene un eco triste en el fondo.— ¿Qué es una risa triste? objeto la niña.
El hombre no estaba acostumbrado a ser interrumpido. Sonrío y pensó un segundo.— Para entender lo que es una risa triste primero tienes que conocer la risa en su mayor esplendor. La risa que nace en el pecho y se agota en la boca. Así te ríes cuando estás enamorado. Así me reía con ella, solo con ella. Así nacieron las flores.
Primero te ríes por dentro y te pones en evidencia cuando se te escapa una carcajada al tiempo que te brillan los ojos.
Con el dolor, con la tristeza, con la perdida , se va apagando y siempre termina en un eco que se desvanece en la sombra del alma ausente. Uno termina olvidando de que se reía. Solo se queda extrañando, hurgando un recuerdo, queriendo compartir esa felicidad que no es felicidad sin compañía. La risa deja de alegrar al corazón para patearlo, traicionándose a si misma.
Al terminar de hablar, tomo aire y pregunto ¿cómo te llamas?— Leonor, dijo la pequeña con una mirada evidente de que tenia muchas cosas por preguntar.— Y dime, ¿te ríes mucho verdad Leonor?— Me gusta hacerlo dijo la niña, siento que el cuerpo me va a explotar, y me siento feliz.
— ¿Puedes hacerme un favor Leonor?— Tal vez— ¿Podrías multiplicar esa risa en la que sientes que el cuerpo te va a explotar por mil?
Leonor pensó unos cuantos segundos
— ¿Como puedo saber el resultado?— Es una buena pregunta. Solo sabrás el resultado cuando te enamores. Pues eso que acabas de decir es lo que me generaba mi esposa multiplicado por mil.
Leonor puso cara de maravillada, como si acabaran de contarle su cuento preferido.— Poco tiempo después de que Elena, mi esposa falleciera, dijo el hombre de ojos tristes sin mirarla tuve oportunidad de reírme en algunas ocasiones, pero al hacerlo con ganas, de pronto empezaba a recordarla, y la extrañaba tanto, deseándola cerca que mi risa me carcomía por dentro como asesinándome. Mas reía, mas fuertes eran las punzadas, el abandono del ser, el dolor. Mientras más fuerte me riera mas nítida era la imagen de ella, y deseaba morir de risa.
Terminaba riendo como un loco, con lágrimas en los ojos, buscándola.
Entonces me callaba en un suspiro largo, salvándome la vida, pero deseando morir a carcajadas .
Al notar esto empece a resguardándome cada vez más en mi soledad.— Mi papa también murió, creo que el me abraza cuando me río, por eso me río sin motivos, para sentirlo cerca, interrumpió la niña.
Misseri hablaba como un enfermo verborrágico con una estrategia perfecta en la que perdía y ganaba, luego cayó en lo que había dicho la pequeña y tuvo ganas de abrazarla. La miro a los ojos redondos, atentos, profundos, hermosos y pensó en su esposa.— Con el tiempo deje de reír, ves entonces por que no río? Sería como asesinarme a mi mismo con lo irónico que suene. Moriría de risa. Que seria un suicidio. Y sabes Leonor, si me suicidara perdería el cielo, el descanso eterno según dice la iglesia. Y jamás nos reencontraríamos, porque estoy seguro que ella esta allá, jamas volvería a verla.
Pero si no río, se secan las flores, Elena las amaba tanto.Y sin embargo solo puedo verlas morir.— Entonces yo vendré a reírme todas las tardes!!! grito Leonor.
El señor Misseri se quedó inmóvil. Luego lloró y lloró, y lloró y siguió llorando como un niño cubriéndose el rostro con las manos.
Leonor se acerco suavemente y puso su diminuta mano sobre su hombro, luego sobre su mejilla — No llores, ya estoy acá.
El hombre la abrazo de un arrebato, la abrazo tanto, tanto y tan fuerte que Leonor recordó a su padre. Luego ella soltó una carcajada y el señor Misseri tembló de emoción meciéndola.
Cada tarde, después de la escuela, Leonor va a reírse entre las flores. El no se ríe por fuera, pero se ríe por dentro, se le ve en los ojos.
La niña observaba al hombre sentado en la ventana con curiosidad:— Su mujer falleció de una enfermedad terminal y el se dedico a criar las mejores flores del mundo, para verlas morir.
La niña no tenía más de 6 años y sintió pena.
Su madre la dejo en la escuela y se fué. Ella volvió a mirar la calle de la gran mansión donde había visto a aquel señor buen mozo, bien vestido y bien peinado que miraba pensativo el jardín. Recordó a su padre, ella también lo había perdido. Supo entonces que ya tenían algo en común y quiso conocerlo.
Camino las 2 cuadras que separaban el colegio del lugar y se paro en la reja enorme. De ahí observo todo, y se detuvo en el hombre.
El se percato de la presencia de la niña y la observo un largo rato. El sol le daba el la cara y era preciosa. Finalmente le hizo señas al mayordomo y al cabo de un minuto, este bajo. El sirviente era un hombre de pelo gris vestido de smoking como en las películas. Camino hasta la entrada y observo a la niña serio.
— ¿Quiere pasar ? pregunto abriendo la reja.
La niña dudo, miro hacia atrás y luego a la calle.
“Bueno” dijo, y su voz sonó tan inocente y suave que el mayordomo sonrío con una mueca extraña entre ternura y vanidad.
La tomo de la mano y ella la apretó segura. Caminaron hacia el hall bajo el sol de un hermoso día hasta la oscuridad de la gran casona, al encuentro del señor Misseri.
Era gracioso verlos de atrás, ella era diminuta y caminaba con una mochila rosada que era mas grande que ella, pensativa agarraba la mano del gran hombre que miraba hacia delante sin emitir palabra alguna
A medida que se acercaban a la puerta principal la niña empezó a sentir como todo se llenaba se sombras. Tuvo miedo, pero tarde. Ya estaba adentro. Y cuando menos lo espero un perro enorme se le vino encima para lamerle la cara. Grito fuerte haciendo eco entre los techos altos y luego, rió aun más fuerte. La casa entera se estremeció llenándose de color.
El señor Misseri, dueño de la mansión corrió al sentir el grito y luego se quedo inmóvil al sentir la risa al pie de la escalera de mármol.— Borges silencio dijo y el Gran Danes se quedo quieto observándolo.— Vaya escándalo, hace mucho no se ríe nadie aquí.
La niña se acongojo sintiendo culpa.— No, no sientas vergüenza, jamás dejes de hacerlo. Si se acaba la risa se secan las flores.— ¿Por eso se mueren? consultó la niña
El hombre la miro sorprendido y una cara triste y cansada hablo por el
— Si, y no puedo evitarlo—¿Entonces porque no se ríe a los gritos ?
Dijo ella como si la risa fuera algo obvio, algo con lo que nacemos y que nadie nos enseña a hacer.
— Oh, pero cuantas preguntas para algo tan pequeño, dijo el señor Misseri, conduciéndola a la terraza desde donde podía verse el campo de tulipanes bajo el sol. Estaba serio, y la miraba directo a los ojos.— Sabes, ya no puedo hacerlo. Mi risa se ha vuelto inválida hace mucho tiempo, tiene un eco triste en el fondo.— ¿Qué es una risa triste? objeto la niña.
El hombre no estaba acostumbrado a ser interrumpido. Sonrío y pensó un segundo.— Para entender lo que es una risa triste primero tienes que conocer la risa en su mayor esplendor. La risa que nace en el pecho y se agota en la boca. Así te ríes cuando estás enamorado. Así me reía con ella, solo con ella. Así nacieron las flores.
Primero te ríes por dentro y te pones en evidencia cuando se te escapa una carcajada al tiempo que te brillan los ojos.
Con el dolor, con la tristeza, con la perdida , se va apagando y siempre termina en un eco que se desvanece en la sombra del alma ausente. Uno termina olvidando de que se reía. Solo se queda extrañando, hurgando un recuerdo, queriendo compartir esa felicidad que no es felicidad sin compañía. La risa deja de alegrar al corazón para patearlo, traicionándose a si misma.
Al terminar de hablar, tomo aire y pregunto ¿cómo te llamas?— Leonor, dijo la pequeña con una mirada evidente de que tenia muchas cosas por preguntar.— Y dime, ¿te ríes mucho verdad Leonor?— Me gusta hacerlo dijo la niña, siento que el cuerpo me va a explotar, y me siento feliz.
— ¿Puedes hacerme un favor Leonor?— Tal vez— ¿Podrías multiplicar esa risa en la que sientes que el cuerpo te va a explotar por mil?
Leonor pensó unos cuantos segundos
— ¿Como puedo saber el resultado?— Es una buena pregunta. Solo sabrás el resultado cuando te enamores. Pues eso que acabas de decir es lo que me generaba mi esposa multiplicado por mil.
Leonor puso cara de maravillada, como si acabaran de contarle su cuento preferido.— Poco tiempo después de que Elena, mi esposa falleciera, dijo el hombre de ojos tristes sin mirarla tuve oportunidad de reírme en algunas ocasiones, pero al hacerlo con ganas, de pronto empezaba a recordarla, y la extrañaba tanto, deseándola cerca que mi risa me carcomía por dentro como asesinándome. Mas reía, mas fuertes eran las punzadas, el abandono del ser, el dolor. Mientras más fuerte me riera mas nítida era la imagen de ella, y deseaba morir de risa.
Terminaba riendo como un loco, con lágrimas en los ojos, buscándola.
Entonces me callaba en un suspiro largo, salvándome la vida, pero deseando morir a carcajadas .
Al notar esto empece a resguardándome cada vez más en mi soledad.— Mi papa también murió, creo que el me abraza cuando me río, por eso me río sin motivos, para sentirlo cerca, interrumpió la niña.
Misseri hablaba como un enfermo verborrágico con una estrategia perfecta en la que perdía y ganaba, luego cayó en lo que había dicho la pequeña y tuvo ganas de abrazarla. La miro a los ojos redondos, atentos, profundos, hermosos y pensó en su esposa.— Con el tiempo deje de reír, ves entonces por que no río? Sería como asesinarme a mi mismo con lo irónico que suene. Moriría de risa. Que seria un suicidio. Y sabes Leonor, si me suicidara perdería el cielo, el descanso eterno según dice la iglesia. Y jamás nos reencontraríamos, porque estoy seguro que ella esta allá, jamas volvería a verla.
Pero si no río, se secan las flores, Elena las amaba tanto.Y sin embargo solo puedo verlas morir.— Entonces yo vendré a reírme todas las tardes!!! grito Leonor.
El señor Misseri se quedó inmóvil. Luego lloró y lloró, y lloró y siguió llorando como un niño cubriéndose el rostro con las manos.
Leonor se acerco suavemente y puso su diminuta mano sobre su hombro, luego sobre su mejilla — No llores, ya estoy acá.
El hombre la abrazo de un arrebato, la abrazo tanto, tanto y tan fuerte que Leonor recordó a su padre. Luego ella soltó una carcajada y el señor Misseri tembló de emoción meciéndola.
Cada tarde, después de la escuela, Leonor va a reírse entre las flores. El no se ríe por fuera, pero se ríe por dentro, se le ve en los ojos.
miércoles, 20 de junio de 2018
Nosotros. Sonotros.
Te amo. Te odio. Me lastimás. Te lastimo. Te quise. Te quiero. Te olvido. Me dejás. Te dejo. Me buscas. Pedís perdón. Te agradezco. Te arrepentís. Me arrepiento. Perdonás. Me olvidás. Te vas. Vuelvo. Me voy. Volvemos. Pensás. Siento. Elijo. Exijo. Te enojás. Me mentís. Te miento. Me enojo. No entiendo. Vos tampoco. Buscamos una solución. La busco solo. No la encuentro. Decimos basta. Volvemos a empezar...
martes, 1 de mayo de 2018
miércoles, 18 de abril de 2018
Soñé con vos
Una amiga volvía de Francia y yo estaba yendo a verla.
Su casa quedaba tras un bar, en una esquina poco conocida de la ciudad.
Cuando llegué no había mucha gente, en su mayoría eran pibes jóvenes que se juntaron a tomar una birra o a matar el tiempo con una copas de más. Era de madrugada, pero no sabía muy bien qué hora (en los sueños el tiempo no existe).
En eso que me quedé sentado viendo un par de pibes jugar al pool, se abre una puerta al costado del bar y aparece ella. Con su sonrisa enorme y la simpatía que la caracteriza comienza a saludar a todos, todos eran sus conocidos. Y yo ahí, con unas ganas tremendas de hablar con ella, de quién sabe qué.
A medida que los va atendiendo se van yendo de a poco. Quedan solo 5 o 6 chicos en el bar y nos invita a su depto. Queda en el fondo, después de un amplio hall de entrada, adornado con sencillez y atravesado por unas enormes columnas de concreto. Cruzamos el hall rumbo a su rústico departamento. El amanecer empieza a despuntar por todos los rincones.
Me acerco a ella, y sin dejarme mediar palabra me dice: "Con vos quiero hablar". Cuando me dice así es seguro que algo mío se enteró.
Empieza hablando de fumar y que le regalaron una florcitas de marihuana. La charla se desvía hacía los cuidados básicos para el autocultivo. Yo señalo que es importante el potasio en esas plantas (o algo así) y que en mis manos seguro se morirían, que no sirvo para la huerta (lo cual es mentira).
En eso tocan timbre. Voy yo.
Abro la puerta y para mi total asombro apareces VOS. No caigo en la sorpresa.
- ¿Ustedes se conocía? Esquivas mi mirada y la pregunta y entras a saludar a todos.
No viniste solo. Había un chico con vos. Un chino, koreano, japonés, o vaya uno a saber de qué país había emigrado. Un asiático que no sé de dónde salió, ni qué hacía ahí.
Mientras todo esto pasaba aprovecho a salir al hall del patio entre el bar y el depto. Necesitaba tomar aire, fumarme un pucho y bajar la tensión.
Caminas entre las columnas hasta donde estaba.
- "Nos vimos anoche ¿qué haces acá?" Era todo un secreto todavía.
- "¿Así me saludas? ¿No te alegras de verme?" me dijiste.
- "No te puedo besar. Vas a querer más y te tenés que comportar".
En público soy muy tímido. Eso no era un secreto.
A pesar de todo hay ciertas cosas que no puedo aguantar, como la respiración por más de dos minutos o las ganas de agarrarte y no soltarte nunca más. Entonces te besé. Detrás de una columna, un piquito, cortito, de 2 segundos. Y me alejé.
Te pusiste re contento. Y yo me puse re contento. Pero tenía que controlarte porque estabas casi saltando.
- "Hay que pesado" - pensé. Y me agarraste de la mano. Te solté.
- "Basta, comportate". Un cagazo que te vieran tan picaflor.
Me apoyé en el barandal en dirección a los demás. Me agarraste por detrás. Me sostuve y me besaste el cuello... Me deje. Me rendí.
Me diste una vuelta en el aire, como un adaggio y el patio se convirtió en tu escenario.
A lo lejos divise a mi amiga. Nos imitó, haciendo vueltitas como de ballet y cagándose de risa.
Yo no sé bailar. Nunca baile así. Menos con un hombre. No soy de los que bailan. Ella lo sabía, pero no me importó. Me gustó.
Alguien puso música y sonó nuestra canción. "No quiero estar sin tí".
Te apoyaste sobre mi y me envolviste en tu abrazo. Te sentí y me encantó.
Y ahí terminó el sueño.
Su casa quedaba tras un bar, en una esquina poco conocida de la ciudad.
Cuando llegué no había mucha gente, en su mayoría eran pibes jóvenes que se juntaron a tomar una birra o a matar el tiempo con una copas de más. Era de madrugada, pero no sabía muy bien qué hora (en los sueños el tiempo no existe).
En eso que me quedé sentado viendo un par de pibes jugar al pool, se abre una puerta al costado del bar y aparece ella. Con su sonrisa enorme y la simpatía que la caracteriza comienza a saludar a todos, todos eran sus conocidos. Y yo ahí, con unas ganas tremendas de hablar con ella, de quién sabe qué.
A medida que los va atendiendo se van yendo de a poco. Quedan solo 5 o 6 chicos en el bar y nos invita a su depto. Queda en el fondo, después de un amplio hall de entrada, adornado con sencillez y atravesado por unas enormes columnas de concreto. Cruzamos el hall rumbo a su rústico departamento. El amanecer empieza a despuntar por todos los rincones.
Me acerco a ella, y sin dejarme mediar palabra me dice: "Con vos quiero hablar". Cuando me dice así es seguro que algo mío se enteró.
Empieza hablando de fumar y que le regalaron una florcitas de marihuana. La charla se desvía hacía los cuidados básicos para el autocultivo. Yo señalo que es importante el potasio en esas plantas (o algo así) y que en mis manos seguro se morirían, que no sirvo para la huerta (lo cual es mentira).
En eso tocan timbre. Voy yo.
Abro la puerta y para mi total asombro apareces VOS. No caigo en la sorpresa.
- ¿Ustedes se conocía? Esquivas mi mirada y la pregunta y entras a saludar a todos.
No viniste solo. Había un chico con vos. Un chino, koreano, japonés, o vaya uno a saber de qué país había emigrado. Un asiático que no sé de dónde salió, ni qué hacía ahí.
Mientras todo esto pasaba aprovecho a salir al hall del patio entre el bar y el depto. Necesitaba tomar aire, fumarme un pucho y bajar la tensión.
Caminas entre las columnas hasta donde estaba.
- "Nos vimos anoche ¿qué haces acá?" Era todo un secreto todavía.
- "¿Así me saludas? ¿No te alegras de verme?" me dijiste.
- "No te puedo besar. Vas a querer más y te tenés que comportar".
En público soy muy tímido. Eso no era un secreto.
A pesar de todo hay ciertas cosas que no puedo aguantar, como la respiración por más de dos minutos o las ganas de agarrarte y no soltarte nunca más. Entonces te besé. Detrás de una columna, un piquito, cortito, de 2 segundos. Y me alejé.
Te pusiste re contento. Y yo me puse re contento. Pero tenía que controlarte porque estabas casi saltando.
- "Hay que pesado" - pensé. Y me agarraste de la mano. Te solté.
- "Basta, comportate". Un cagazo que te vieran tan picaflor.
Me apoyé en el barandal en dirección a los demás. Me agarraste por detrás. Me sostuve y me besaste el cuello... Me deje. Me rendí.
Me diste una vuelta en el aire, como un adaggio y el patio se convirtió en tu escenario.
A lo lejos divise a mi amiga. Nos imitó, haciendo vueltitas como de ballet y cagándose de risa.
Yo no sé bailar. Nunca baile así. Menos con un hombre. No soy de los que bailan. Ella lo sabía, pero no me importó. Me gustó.
Alguien puso música y sonó nuestra canción. "No quiero estar sin tí".
Te apoyaste sobre mi y me envolviste en tu abrazo. Te sentí y me encantó.
Y ahí terminó el sueño.
martes, 20 de marzo de 2018
🥀
Que tontería sería que yo dijera que ya no creo en el amor porque el nuestro ya no existe. Digo, podría echarte la culpa de que tenía ganas de morirme por ejemplo, pero no. Y es que, sigo creyendo en el amor, pero no en el nuestro.
domingo, 11 de febrero de 2018
100 cosas que (quizá) no sabías sobre mi
- No me hago, soy así.
- Me enamore de mi mejor amigo y no terminamos nada bien.
- Me gustan los hombres, estoy camino a la deconstrucción.
- Soy complicado para muchas cosas.
- Soy tímido, al principio.
- Me cuesta confiar en las personas.
- No le doy mucha importancia al dinero ni a las posesiones materiales.
- No sirvo para la cocina, pero intento.
- No digo todo lo que pienso.
- Tengo confianza en mi mismo, pero paralelamente no tengo la estima muy alta. Mi ego funciona como escudo.
- No me gustan las sorpresas ni los misterios: no sé esperar.
- Tengo mucha memoria visual.
- Cuando me gusta alguien me pongo pelotudo y puedo ser muy pesado a veces.
- Hice el amor recién a los 24.
- Me faltaron solo 4 materias para recibirme de diseñador gráfico.
- Me encanta la ironía y el doble sentido.
- Soy una persona de vínculos fuertes.
- No tengo “mejores amigos”.
- Salí del closet con mamá después de años intensivos de iglesia.
- Miento acerca de mi edad.
- Mi hermano menor sabe prácticamente todo de mi, lo cual nunca supe si es del todo bueno o malo.
- Me llama más la atención la ternura y los detalles lindos que una cara bonita.
- Mi apodo en Chaco era "POCHA", de más está decir que si alguien me dice así ahora le escupo en toda la cara.
- Amo el teatro, durante un tiempo me dediqué a la actuación.
- Dejé mi casa, mi amigos, mi carrera y la vida que tenía armada por un chico del que me enamoré perdidamente... que me dejó.
- No soy tan pajero como parece.
- No soy adicto a nada, creo.
- Soy un "colgado" para muchas cosas.
- Dejo todo para último momento.
- Siempre tuve el mejor promedio de mi clase pero un día me aburrió estudiar y así estoy.
- Amo escribir, me enamoro de un buena libro.
- Creo en los amores de cuentos.
- Soy cursi la mayor parte del tiempo.
- Siempre estoy de buen humor, pero si pinta el bajón agarrate.
- Siempre pido el mismo gusto de helado: dulce de leche granizado.
- No me gusta pelear, pero soy muy bueno haciéndolo.
- Tengo complejo de Peter Pan y lo asumo y así estoy bien.
- "Dicen" que soy dramático.
- Fuí puta.
- Amo a los gatos.
- Era seguridad privada en la cancha de Boca.
- Mi segundo nombre es Emmanuel.
- Me enamoro muy fácil.
- No conozco a mi abuelo paterno, murió antes de que yo cumpliera un año. Cuando hablan de él me quedo embobado escuchando y saber de él me hace lagrimear.
- Me calienta más un buen beso a que me toquen.
- Me gustan las películas animadas.
- Me encantaría poder cantar bien.
- Me considero bueno bailando.
- No fumaba, no tomaba, ni me drogaba (nótese que todo está conjugado en pretérito)
- Si tengo que elegir alcohol o Coca Cola elijo Coca.
- Amo el chocolate en todas sus formas.
- Me encanta ir al supermercado, es una cita perfecta.
- Nunca apago la PC.
- La única mujer que me gusta se llama Katherine Hudson y de chico decía que me iba a casar con ella.
- Mi sueño es irme a mochilear por el mundo, nunca lo hice porque no podría vivir sin un bidet.
- Me llevo bárbaro con los nenes chiquitos, creo que sería una gran tío.
- ODiiO a Laz PeRSONaz quE ezcriiiben c0mo reTrazaDoos.
- Me gusta darle "Block and spam" a los ignorantes, presumidos, o irrespetuosos en las redes sociales (me gustaría que esa función existiera en la vida real).
- Me pudiese regresar el tiempo no cambiaría nada. Aprendí a creer en la causalidad. Pero si regresaría para revivir ciertas cosas.
- Me gustaría vivir sin trabajar, pero hay que trabajar para vivir. O ser político.
- Odio las despedidas, me dan nostalgia las terminales.
- La relación con mi viejo es casi nula. Pero lo amo, es mi papá y nadie nunca va a cambiar eso.
- Perdí la buena relación con mi mamá.
- Vivo en Buenos Aires hace 8 años. Todavía me pierdo y sigo jugando a querer ser independiente.
- A mi no me gusta criticar pero...
- Me gusta pasar tiempo solo.
- Me da hambre a la madrugada.
- No conozco la nieve.
- Ya no sé si creo en dios.
- Creo en el amor, de vez en cuando.
- Aprendí a reírme de los errores antes que los errores se rían de mí.
- Soy de las personas que no creen en el amor a primera vista, pero si sexo en la primera cita.
- No memorizo fechas, direcciones o números telefónicos. No me sale.
- El insomnio es un estilo de vida.
- Quiero un tatuaje, pero nunca me lo hice porque no tolero el dolor.
- Me gusta escuchar. Dicen que doy buenos consejos.
- Cuando quiero algo, lo consigo. Como sea.
- No insulto, solo describo a las personas.
- No digo mentiras, solo omito información.
- No me masturbo, me hago el amor.
- Cuando me gusta una persona no le presto atención: se la regalo.
- Tengo la mala costumbre de encariñarme muy rápido con las personas.
- No me gusta repetir las cosas.
- Tengo una canción que me recuerda a cada persona de mi vida.
- Me aburro de la gente.
- Me gusta discutir y debatir sobre cualquier tema.
- Soy mal perdedor.
- Nací un 11 de septiembre mucho antes que caigan las torres, por lo tanto me parece que esta mal que recuerden ese día por encima de mi cumpleaños.
- No me gusta el verano ni el invierno, prefiero los términos medios. Pero paralelamente son las estaciones donde más me enfermo. Tengo alergia a los cambios de clima bruscos.
- Me juego la vida por las cosas en las que creo.
- Lloro seguido, creo que hace bien.
- No me gusta el fútbol.
- Conocí mucha gente por Internet que hoy me doy el lujo de llamar amigos.
- Ya no tengo película favorita, ni comida favorita, ni color, ni programa, ni nada de eso.
- Odio las preguntas estúpidas o las que tiene respuestas obvias.
- Soy de las personas que dicen "te amo" o "te quiero" muy de vez en cuando.
- Escucho música prácticamente todo el día. Dejé de ver televisión.
- Odio que me digan "te extraño" y no hagan una mierda para cambiarlo.
- Quiero un amor para toda la vida.
- Ya no sabía que poner.
martes, 9 de enero de 2018
Tu culpa
Me miras hoy. Sé que el tiempo no ha pasado. Pero en cambio soy un ángel congelado; en la sal de aquella herida se encuentra a la deriva mi razón.
No me puedes ver a los ojos porque sabes; no se puede sostener en la mirada lo que un día fue la llama de dos vidas. No se paga la mentira y el dolor.
Todo es tu culpa: las lágrimas los besos y el silencio entre los dos. No me castigues si dices lo dices y no te atreves a decir adiós. Hay una roca donde tuve el corazón.
Aunque parezca indiferentes en verdad no lo soy. Una lágrima que cae es porque anhela el sentimiento que habitó en algún momento entre los dos.
No me puedes ver a los ojos porque sabes; no se puede sostener en la mirada lo que un día fue la llama de dos vidas. No se paga la mentira y el dolor.
Todo es tu culpa: las lágrimas los besos y el silencio entre los dos. No me castigues si dices lo dices y no te atreves a decir adiós. Hay una roca donde tuve el corazón.
Aunque parezca indiferentes en verdad no lo soy. Una lágrima que cae es porque anhela el sentimiento que habitó en algún momento entre los dos.
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