«Nada tiene sentido. Nada en absoluto tiene sentido. Todo es como atrapar el viento»
¿Qué gana el ser humano con todo el trabajo que realiza bajo el sol? La gente vive y muere, pero la tierra gira para siempre. El sol se levanta, luego se oculta y se apresura a levantarse de nuevo en el abismo sin lugar. El viento sopla hacia el sur y luego gira al norte y sigue dando siempre las mismas vueltas. Todos los ríos corren una y otra vez al mismo lugar. Van al mar y, sin embargo, el mar no se llena. Todo lo que se dice ya se dijo; no es posible decir algo nuevo. Sin embargo, el oído siempre quiere oír más y al ojo nada de lo que ve le satisface.
¿Qué sucedió antes? Lo mismo que sucederá después. ¿Qué se hizo antes? Lo mismo que se hará después. No hay nada nuevo bajo el sol.
Algunos dicen que tal cosa es nueva, pero en realidad siempre ha estado allí. Estaba allí antes de que existiéramos.
La gente de hoy en día ni se acuerda de lo que sucedió hace mucho tiempo. En el futuro, la gente no recordará lo que está sucediendo ahora. Y más tarde, la gente de otras épocas no sabrá lo que hicieron los que vivieron antes que ellos. Y sin embargo la misma historia no para de repetirse
Yo fui grande en este mundo. Decidí estudiar y usar mi sabiduría para aprender acerca de todo lo que se hace bajo el cielo. Observé todo lo que se hace bajo el sol y concluí que nada tiene sentido. Todo es como atrapar el viento. El mundo está torcido y ya no se endereza. Por más cuentas que se hagan, nunca se completa lo que falta. Me dediqué a investigar la sabiduría y el entendimiento y terminé en tonterías y estupideces. Buscar la sabiduría es como intentar atrapar el viento, porque entre más sabiduría, más frustración; y a medida que uno más entiende, más dolor se experimenta.
Entonces dije: "Voy a divertirme y a probar los placeres y todo lo que es darse la gran vida". Pero esto tampoco resultó tener sentido. Es una tontería pasarse todo el tiempo sonriendo; no hacer más que divertirse no sirve de nada.
Intenté ser bueno y hacer grandes obras, y dejar algo que durara. Pero cuando consideré todo lo que había logrado con el fruto de mis esfuerzos, me di cuenta de que nada tenía sentido, que era como agarrar el viento y que uno no gana nada con lo que hace bajo el sol.
Luego volví a considerar lo que ya sabía, las estupideces y tonterías. Y vi que la sabiduría es mejor que la estupidez, así como la luz es mejor que la oscuridad. Un sabio usa su mente así como usa los ojos para ver por dónde va. En cambio, un tonto es como el que camina en la oscuridad. Sin embargo, también me di cuenta que el tonto y el sabio terminan de la misma forma. Entonces pensé: "Si el tonto termina igual que yo ¿de qué sirve la sabiduría? ¿Qué he ganado con esforzarme tanto por ser sabio?" Me di cuenta de que eso tampoco tiene sentido.
Eso me hizo odiar la vida, me dio mucha tristeza pensar que nada de lo que pasa bajo el sol tiene mucho sentido. Es como tratar de atrapar el viento.
¿Qué gana el ser humano con todo el trabajo que realiza bajo el sol? La gente vive y muere, pero la tierra gira para siempre. El sol se levanta, luego se oculta y se apresura a levantarse de nuevo en el abismo sin lugar. El viento sopla hacia el sur y luego gira al norte y sigue dando siempre las mismas vueltas. Todos los ríos corren una y otra vez al mismo lugar. Van al mar y, sin embargo, el mar no se llena. Todo lo que se dice ya se dijo; no es posible decir algo nuevo. Sin embargo, el oído siempre quiere oír más y al ojo nada de lo que ve le satisface.
¿Qué sucedió antes? Lo mismo que sucederá después. ¿Qué se hizo antes? Lo mismo que se hará después. No hay nada nuevo bajo el sol.
Algunos dicen que tal cosa es nueva, pero en realidad siempre ha estado allí. Estaba allí antes de que existiéramos.
La gente de hoy en día ni se acuerda de lo que sucedió hace mucho tiempo. En el futuro, la gente no recordará lo que está sucediendo ahora. Y más tarde, la gente de otras épocas no sabrá lo que hicieron los que vivieron antes que ellos. Y sin embargo la misma historia no para de repetirse
Yo fui grande en este mundo. Decidí estudiar y usar mi sabiduría para aprender acerca de todo lo que se hace bajo el cielo. Observé todo lo que se hace bajo el sol y concluí que nada tiene sentido. Todo es como atrapar el viento. El mundo está torcido y ya no se endereza. Por más cuentas que se hagan, nunca se completa lo que falta. Me dediqué a investigar la sabiduría y el entendimiento y terminé en tonterías y estupideces. Buscar la sabiduría es como intentar atrapar el viento, porque entre más sabiduría, más frustración; y a medida que uno más entiende, más dolor se experimenta.
Entonces dije: "Voy a divertirme y a probar los placeres y todo lo que es darse la gran vida". Pero esto tampoco resultó tener sentido. Es una tontería pasarse todo el tiempo sonriendo; no hacer más que divertirse no sirve de nada.
Intenté ser bueno y hacer grandes obras, y dejar algo que durara. Pero cuando consideré todo lo que había logrado con el fruto de mis esfuerzos, me di cuenta de que nada tenía sentido, que era como agarrar el viento y que uno no gana nada con lo que hace bajo el sol.
Luego volví a considerar lo que ya sabía, las estupideces y tonterías. Y vi que la sabiduría es mejor que la estupidez, así como la luz es mejor que la oscuridad. Un sabio usa su mente así como usa los ojos para ver por dónde va. En cambio, un tonto es como el que camina en la oscuridad. Sin embargo, también me di cuenta que el tonto y el sabio terminan de la misma forma. Entonces pensé: "Si el tonto termina igual que yo ¿de qué sirve la sabiduría? ¿Qué he ganado con esforzarme tanto por ser sabio?" Me di cuenta de que eso tampoco tiene sentido.
Eso me hizo odiar la vida, me dio mucha tristeza pensar que nada de lo que pasa bajo el sol tiene mucho sentido. Es como tratar de atrapar el viento.
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